sábado, 2 de agosto de 2008

Los buenos llevan capa.


Hay personas que sabes que llegarán lejos nada más abrir la boca. Para mí llegar lejos, en realidad, es simplemente ser apreciado en el trabajo, recomendado y, si es posible en algun sitio, ser un tanto insustituible. Comprenden lo que quieres decir con un gesto, siempre están dispuestas a mejorar el equipo en el que han entrado a base de continuidad, algo sútil y díficil de hacer. Generalmente esta gente lo pasa mal porque es humilde y trabajadora, por lo tanto no le va arrodillarse para subir puestos ni sonreír a cada chiste. Le termina yendo bien a la larga, cuando han sorteado a los idiotas y con la cabeza alta se lo dicen a la cara. Porque creo profundamente en la justicia divina, en que cada uno recibe lo que da. Así que a la buena gente no puede irle mal siempre y en todo, hay un día en el que tiene una familia estupenda, una persona que la quiere o quizá un trabajo en el que le hagan un homenaje cuando un hijo de puta decida deshacerse de él. Al final los cabrones tienen un cáncer y mueren solos y los buenos no superan el tumor, pero mueren en paz y rodeados de amor. Eso quisiera yo creer siempre, y procuraré creerlo siempre. Ha de valer ser bueno, confiar en la justicia, no querer ser verdugo. Ayer vi Batman Begins. Se nota. Qué ganas de que llegue la nueva. Me apasionó. He vuelto a creer en los superhéroes y sus dilemas morales y universales. Los héroes clásicos van con capa.

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