sábado, 30 de agosto de 2008

Dita Von Teese y los jeans


Me he detenido a mirar una fotografía de una mujer joven tomada en los años cincuenta en Cuba. Resulta que es la foto de la madre de la única hija de Fidel Castro reconocida. La historia del Comandante no es lo que me ha entretenido. Me he preguntado lo que ya me he preguntado a lo largo de mi vida muchas veces: ¿por qué en esas fotos las mujeres siempre están guapas?.
Aborrezco a Dita Von Teese, no se puede ser más falsa en esto del retro, pero admiro su tenacidad para volver a épocas pasadas y quedarse ahí. He repasado la calidad técnica de la fotografía en cuestión, la de la mujer que tuvo el privilegio de ser la mujer en la sombra de Fidel, y he comprendido el juego de luces, el maquillaje, el grano del negativo, el tipo de papel, el blanco y el negro que tan particular hace a la Fotografía (a veces el color en la fotografía es una aberracion similar a la del doblaje en el cine), pero aún así he comprendido que no vale con la técnica para recuperar el discreto encanto de los años 50.
Antes de pagarme un viaje a la luna me pago un viaje a los 50, a las pin ups, a los grandes coches americanos y los pequeños patrios, a las avenidas despejadas, a los hombres con sombrero, a las mujeres con guantes, a los grandes cines en los grandes teatros del centro, a los porteros, a los conserjes, a los trajes de baño recatados y los ojos impecables. Aborrezco a Dita Von Teese porque estamos en el año 2008 y no hay vuelta atrás, no quedan cines en la Gran Vía a los que ir los domingos por la tarde con sombrero. Aborrezco a Dita Von Teese porque sus trajes llevan luces de neón. Y la aborrezco porque no le basta con la técnica para tener el encanto de algunas mujeres de los años cincuenta. A veces pienso que el feminismo ha hecho mucho bien pagando una cuota innecesaria. El feminismo radical ha conseguido que el gesto de un hombre abriéndole la puerta a una mujer sea considerado machismo o que un hombre te dé el brazo para cruzar, un gesto de fragilidad de la fémina que necesita la protección del macho. En los años 50 ya existían los jeans, los tejanos, los pantalones de vaquero, y menuda perversión, ahí se torció todo, el mundo se desaliñó para defender la paz y las mujeres rechazaron un tipo de belleza para elegir la que ellas consideraran oportuna y ahí todo el lío y las etiquetas. Es un placer que en el año 2008 cada día nos disfracemos de una cosa, que la moda se haya convertido en un estado de ánimo y en una herramientra de diferenciación, pero no puedo evitar echar de menos las fotos en blanco y negro y mi cámara réflex analógica.

martes, 26 de agosto de 2008

Ella nos salvó




En Irak hubo ayer una mujer que pidió un respiro a los policías; sí, llevaba una bomba adherida al cuerpo, pero no tenía intención de hacerla explotar. Creo que son estos gestos, estas personas, las que cambian la historia de un país. No tengo ni idea de cómo recibirán la negativa de la muchacha los salvajes yihadistas que le pegaron la pólvora al pecho, seguramente a la chica habrá que mandarla a un pueblo ajeno para que no tomen represalias contra ella.
Sé que no es una heroína, por varias razones: como en Irak no tenemos Españas Directos ni Estás Pasandos, no habrá una periodista dispuesta a ponerle el micrófono bajo la nariz para que nos cuente cómovivióaquellamañana; tampoco es una heroína porque seguramente le ha podido más el miedo que la conciencia de saber que de haberse inmolado se hubiera llevado por delante todas esas personas que nos solían mostrar los periódicos troceadas (hablo en pasado porque Irak ya no es lo que fue).
En realidad no estoy en contra de que nos muestren ciertas imágenes, seamos sinceros..., sin muchas imágenes históricas no se habrían producido algunas manifestaciones en todos los puntos del planeta, sin las imágenes de Vietnam no hubiera crecido aquel movimiento pacifista. En fin, no voy a negar que me gustaría entrevistar a la chica que decidió no inmolarse, no entrevistarla en directo, con una cámara, pero sí me gustaría saber cómo las eligen, qué les dicen, qué les prometen a las personas que deciden matar y matarse. Alguna respuesta estaba Paradise Now, aquella película sobre los terroristas palestinos que se suben a un autobús para hacerlo añicos con ellos dentro.

jueves, 21 de agosto de 2008

Este sí, este no


Llevo algunos días intentando escribir sobre El Caballero Oscuro y Wall-E, pero otras cosas me lo han ido impidiendo, sin embargo hoy nada me impide sentarme a escribir sobre lo que ayer pasó en Barajas. En realidad pasó una cosa: han muerto 153 personas. En un plano que no me atrevo a definir han pasado millones de cosas: han muerto bebés, calcinados, hay cadáveres troceados, han sobrevivido personas que cayeron a un riachuelo, hay héroes por accidente, hay testigos que lloran, hay policías increpados, hay psicólogos que comunican dolor, hay periodistas más preocupados por su crónica que por la tragedia, y también pasa que la vida pasa y que en unos meses la portada la ocupará la bolsa, el triunfo de algún equipo de fútbol, o una estrella de Hollywood. Llega un momento que la información me duele, que los medios de comunicación explotan el hecho y lo extienden... ¿necesitamos saber que hay una mujer que ya no morirá rodeada de los suyos sino sola? ¿que llora? Me alegra tener un compañero en la radio que ha pedido en antena respeto para los familiares, pero antes hay que explicar qué significa eso. Ojalá todas las muertes nos afectaran tanto, ojalá volviéramos a saber lo que sucede en Osetia del Sur y en Georgia.

sábado, 2 de agosto de 2008

Los buenos llevan capa.


Hay personas que sabes que llegarán lejos nada más abrir la boca. Para mí llegar lejos, en realidad, es simplemente ser apreciado en el trabajo, recomendado y, si es posible en algun sitio, ser un tanto insustituible. Comprenden lo que quieres decir con un gesto, siempre están dispuestas a mejorar el equipo en el que han entrado a base de continuidad, algo sútil y díficil de hacer. Generalmente esta gente lo pasa mal porque es humilde y trabajadora, por lo tanto no le va arrodillarse para subir puestos ni sonreír a cada chiste. Le termina yendo bien a la larga, cuando han sorteado a los idiotas y con la cabeza alta se lo dicen a la cara. Porque creo profundamente en la justicia divina, en que cada uno recibe lo que da. Así que a la buena gente no puede irle mal siempre y en todo, hay un día en el que tiene una familia estupenda, una persona que la quiere o quizá un trabajo en el que le hagan un homenaje cuando un hijo de puta decida deshacerse de él. Al final los cabrones tienen un cáncer y mueren solos y los buenos no superan el tumor, pero mueren en paz y rodeados de amor. Eso quisiera yo creer siempre, y procuraré creerlo siempre. Ha de valer ser bueno, confiar en la justicia, no querer ser verdugo. Ayer vi Batman Begins. Se nota. Qué ganas de que llegue la nueva. Me apasionó. He vuelto a creer en los superhéroes y sus dilemas morales y universales. Los héroes clásicos van con capa.