sábado, 19 de julio de 2008

Piedras y Planetas

No fue una buena primera jornada de Summercase y no pude dejar de pensar en el FIB y de prometerme que el año que viene tengo que cambiar Madrid por la costa castellonense, aunque eso debería haberlo hecho este año para ver Omega en directo y a Leonard Cohen. De todos modos los dinosaurios asustan por muchas razones y anoche Sex Pistols me prometieron tan poco que no quise arriesgarme a verlos y mientras las masas corrían despavoridas hacia el mito viejuno, yo me quedé con The Raveonettes y su great love sound. Es una lástima que el suelo de Boadilla sea más peligroso que Benidorm lleno de pirañas..., porque el concierto dio para bailar y deslizar mis pequeños pies por el suelo cual adolescente en los años 50. Me dejé las suelas para hacerlo con Love in a trashcan, pero yo no iba tan puesta como para ignorar que si seguía me iba a agujerear los pies. Lo dejé. Lo dejé para toda la noche, pero no el resto de los asistentes; con un par de rayas esto es otra historia, que se lo pregunten a los que esperaban en las primeras filas a Los Planetas, incluso al mismo Jota. Es muy triste lo mal que canta, pero es impresionante cómo la fe mueve montañas y cómo este grupo es el único a estas alturas de nuestra Historia musical española indie capaz de reunir a tanta gente en un festival. También es verdad que eran las tres de la mañana y no tenían competencia en ningún rincón del Summercase, pero igual de cierto es que la gente estaba entregada a la causa planetaria. El personal iba muy colocado, bien por devoción a las drogas, bien porque es lo que toca para gritar: ¡Jota, mira que eres grande! y corear el nombre de este líder por accidente. Se gusta en su papel de tirado y lo hace bien. Tuve accesos de cabreo cuando corría al backstage a que le pusieran otra en mitad de la canción..., pero luego, cuando volvía bebiendo de la botella de Ballantine's supe que era una pose tan real como la que espero que en unas horas tenga Nick Cave (ohhhhhh). Cada palo aguanta su vela, cada actor tiene su papel. Me gustaron Los Planetas, sonaron a ellos mismos (un grupo en el que solo salvo como profesional al batería, pero que si intentara mejorar en calidad técnica se echaría a perder), aunque me fui convencida de que por 60.000 euros uno tiene que dar algo más de sí mismo, se ponen un listón bajo en los directos y lo que me preocupa es que no sé si lo hacen porque no pueden subir más o porque no quieren.

Hoy nos llevamos las sillas de playa para coger sitio en un escenario: por el que pasarán Interpol, Ginderman, The Verve, Primal Scream y Blondie..., nunca he sido fan, pero este dinosaurio promete dar zarpazos.

¿Y lo del vídeo de 'Qué puedo hacer'? Pues porque... ¿Os acordáis de aquella época de Australian Blonde, Sexy Sadie, Los Planetas...? Este es el sonido de aquella época y parece mentira, pero aquí siguen Los Planetas.

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