domingo, 5 de octubre de 2008

No hay nada malo

Alvaro Pombo se sorprende y se enfada porque he llamado a lo suyo con Anagrama idilio. Me río porque yo creía que una de las características de los escritores era la compleja búsqueda y adecuación de las palabras, en ocasiones utilizadas como metáforas, en ocasiones hirientes, sarcásticas. Se ve que idilio es incorrectísimo. Es de papel couché. Se enfada como un león al que le quitan su filete y responde algo así como: "Perdone, soy brusco". Lo es, me hace gracia, me parece oportuno. Su brusquedad va acompañada de verdad: "Esto son relaciones comerciales, no de amor". Perfecto, es mejor que el enfado vaya con la verdad por delante que no con la subterránea y oculta realidad: Interesa la pela, interesa que te lean a cascoporro, interesa ganar dinero por el trabajo, interesa ganar dinero con la literatura, interesa ganar dinero con mala o buena literatura, poco importa. Interesa ganar dinero. Y no hay nada malo en ello. No hay nada malo en Damien Hirst, no hay nada malo en Andy Warhol, si no quieres verlo.

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