jueves, 8 de mayo de 2008

Necesidad de información

Joseph Fritz va a ser para siempre 'El Monstruo'. Hoy, su abogado, ha intentado borrarle el apodo que compite con el de 'El Carcelero' a través de un comunicado que su cliente, al parecer, firma. En él, Fritz dice:

- "No soy un monstruo. Podría haberlos matado a todos y no se habría sabido nunca".

Si este tema no fuera tan serio, me lo tomaría a cachondeo: ¡Pues ahora queda claro que no es un monstruo! ¡Qué alivio, oiga! Todo el mundo que tiene televisión lleva algunas semanas temblando por este espantoso hallazgo que hemos calificado de monstruoso y ahora el mismo monstruo se nos revela como un pozo de amor. Pero no me lo tomo a cachondeo. Cuando esta noticia surcó el mundo a través de las televisiones, internet y demás medios..., lo primero que pensé fue que necesitaba saber más del caso, necesitaba un documental, un psiquiatra, un psicólogo que pudiera explicarme cómo esto era posible, un médico que me contara que es posible nacer en un sótano incestuoso sin luz solar durante 20 años.

Hace algunos meses vi en la 2 de TVE un documental en el que un caníbal alemán contaba desde la cárcel cómo se había comido a un voluntario que terminó desangrado después de que el caníbal le cortara el pene. El alemán contaba cómo trinchó el cuerpo del voluntario una vez muerto y lo laminó como el mejor carnicero de Winsconsin, después lo congeló. En tres meses la Policía descubrió el pastel de chiripa cuando el caníbal aún no había acabado con las existencias del voluntario. Me pareció un documental desagradable, que enfocaba a los ojos de un hombre que según los expertos no era un psicópata ni era peligroso para los mortales. También me pareció que hay hechos que merecemos intentar comprender. En la Facultad de Ciencias de la Información, a los estudiantes de periodismo nos piden que huyamos del morbo, de ofrecer datos que no procuran buenos objetivos, de ofrecer identificaciones, incluso nos plantean que no informemos de hechos horribles que pueden impulsar a otros a imitarlos (terrorismo, malos tratos, suicidios...).

En el Periodismo sólo se ha conseguido unanimidad en la no información de suicidios y todo el mundo parece estar de acuerdo: uno mismo con su mecanismo. Pero no contar que un terrorista ha matado a alguien con un fin político, con el fin de ejercer el terror es pedir demasiado a alguien que vive para crear conciencias, gente informada que pueda tomar decisiones. Y lo mismo creo que pasa con el maltrato a las mujeres o los excepcionales casos de padres que abusan y secuestran a sus hijas a las que dejan embarazadas en numerosas ocasiones y con las que tienen hijos. Hay informaciones que yo no perdonaría a quien hubiera elegido no contármelas, si yo dentro de 20 años me entero de lo de 'El Monstruo' y que hubo alguien que decidió que no debía saberlo, me enfadaré por haberme tratado de forma infantil; necesitamos saber cuán horroroso puede llegar a ser este mundo y las personas que nos rodean. No extraigamos fáciles conclusiones: no debemos ahora meter el hocico en la casa de nuestro extraño vecino, no es nuestra culpa lo que ha pasado en Austria, ni la de los vecinos de 'El Carcelero', es sólo culpa de Joseph Fritz. Pero ahora no crean que necesito saberlo todo, sé lo que necesito saber y lo que no, lo que es relevante y lo que no y lo que es materia del periodismo común y lo que es materia de un largo y riguroso documental. Nunca me creeré del todo lo que publican con prisas los periódicos, pero sé que algún día veremos un buen documental que no nos dé explicaciones, sino datos. Dormiremos en el mismo desasosiego, pero sabiendo cómo pasaron las cosas. Ahora los periódicos dicen que Joseph Fritz ha escrito ese comunicado, no me lo creo, ¿quién paga a su abogado? ¿tiene hijos el abogado? ¿qué pasa por su cabeza? No es que necesite saberlo para vivir, pero es un tema gordo de moral, de falta de moral, de ética, y no podemos permitir tragar datos, tienen que explicárnoslos. No vale con bautizar a un ser horripilante como 'El Monstruo', y seguir pidiendo pan y circo, es mucho más grave que un par de minutos en un informativo. No podré decir nunca que a mí qué más me da..., también necesito que alguien sepa explicarme bien todo lo que ha pasado en el último año en Myanmar.

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